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Cali, Valle del Cauca, Colombia
Estudiante de 8o semestre de Lic. en Eduación básica con énfasis en Ciencias Sociales, Fundación Universitaria Católica Lumen Gentim. Asesora pedagógica del Programa Aprendizajes Básicos, Cali. Herramientas & Gestión (Bogotá). 25 años.

martes, 31 de marzo de 2009

frases y mas frases...

"El modo en el que vemos las cosas son la fuente del modo en el que pensamos y del modo en el que actuamos"
Tomado de: Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva
Autor: Sthepen Covey

!Una frase para recordar día a día en nuestra labor!

"Me gritas tan fuerte en los oídos que no puedo oír lo que me dices"
Emerson.
Tomado de : Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva
Autor: Stephen Covey

miércoles, 25 de marzo de 2009

Una ocasión para recordar ( una inaugurada como profe)



Eran las 12:30 p.m. de una tarde del mes de Abril del año 2007 (nunca se me olvidara ese día) cuando llegue al colegio y los niños andaban más alborotados que nunca con la idea de la piscina a la cual iríamos esa tarde junto con los demás niños y niñas de la institución. El polideportivo del barrio donde se encontraba la escuela, había ofrecido una tarifa muy económica para que los estudiantes de la institución pudieran gozar de una tarde de ejercicios y de mucha agua. Yo apenas acaba de recibir mi cargo hacia 1 mes largo para atrás, y la experiencia era completamente nueva para mí: los niños, los otros docentes, la escuela, los padres, las quejas, etc. Ese día, estaba mas asustada que nunca… “¿agua y niños pequeños?... eso es un caos, esa combinación no me suena” pensaba yo.

A la 1: 00 p.m. llegaron los recreacionistas del polideportivo que nos iban a ayudar a llevar los niños hasta allá por que había que trasladarlos a pie por el barrio. Yo andaba aterrada con la idea. Era la primera vez que yo salía del colegio con niños que no eran míos y a una piscina. La noche anterior no pegue ojo, pensando en que podría pasar si Dios no lo quería, algo salía mal.

Después de organizar a los niños en filas, salimos del colegio. Yo andaba con el refrigerio de ellos en la mano y tras de ellos vigilándolos que nos se me fueran a bajar a la calle. A la 1:20 p.m. llegamos al Polideportivo, después de caminar por en medio de un montón de calles llenas de negocios y de tiendas de toda clase, estilos y tamaños; un mini “centro”… me encontré por detrás del colegio.

La llegada al “Poli” fue un caos ya que los niños querían meterse de una la piscina y primero teníamos un homenaje a la bandera. En el kiosco y con mucho ayuda, organizamos a los niños y le rendimos homenaje a la bandera. A eso de la 1:50 p.m. el director del evento, dividió los salones con sus respectivos dinamizadores de actividades y comenzamos a sudar todos: los organizadores, los recreacionistas, los niños…y yo…no podía faltar yo! La recreacionista que le tocó a mi grupo, no se los aguantaba y a cada rato me pedía ayuda para acomodarlos de nuevo. Mire a mi alrededor y vi a las maestras y a la coordinadora sentadas bajo un árbol, riéndose y charlando. Al parecer mi recreacionista no era la única que tenia problemas; todos los demás tenias dificultades con los grupos, pero como no habían maestras por ahí les toco “bandearse” solos.

A las 2:00 p.m. llego el caos total…los niños iba ya a meterse a la piscina y todos andaban ya en vestido de baño; medias, zapatos, pantalonetas, sudaderas y camisetas de uniforme, volaron por todas partes ya me lo suponía que a la hora de volverse a vestir el caos seria peor. Antes debían hacer un calentamiento previo y los pusieron a bailar reggaeton. Hay si no tuvieron problema y bailaron hasta caer rendidos.

A las 2:30 p.m. se dio la orden y todos al agua fueron a dar. Yo andaba detrás de los míos y mas nerviosa que nunca vigilando que no se me fueran a pasar a la piscina de adultos y que no se me fueran a lastimar ni a correr mojados; fue lo primero que les advertí. Pero no fue sino que diera media vuelta para que el accidente que había anticipado pasara y preciso a una de mis niñas; por andar corriendo mojada por el borde de la piscina, se resbalo y se cayó. Yo salí corriendo a recogerla al escuchar sus gritos, pensé que por la naturaleza de la caída y del rebote de su cabecita sobre el pavimento, la herida seria grave… “ahora si, me metí en un lío” pensé, “me van a llover demandas, quejas y hasta la policía me van tirar”. No sabía que era peor, verme encerrada, declarando en la fiscalia, o ver el “traque” que tenia la niña en la cabeza. Me imaginé lo peor. En el fondo yo estaba tranquila por que un accidente lo tiene cualquiera y mas una caída de esas, pero dado en el sitio donde yo estaba laborando el ambiente no era precisamente el de comprensión. Recogí a la niña en medio de un poco de maestras que habían acudido también; la revise y afortunadamente del chichón, no pasaría. La acompañe a buscar hielo y a sentarla en medio de su dolor. El recreacionista coordinador me ayudo a sentarla y por el micrófono hizo lo que ninguna maestra hizo con sus alumnos, decir que por favor no corrieran por los bordes de la piscina mojados por que se podían caer. Al rato mi niña volvió a la piscina y yo detrás de ella más pendiente que nunca.

A las 4:00 p.m. y mientras las maestras seguían debajo del árbol conversando de la vida, sonó un pito para sacar a los niños de la piscina para vestirse he irnos. Como era de suponerse, no falto el “!profe no encuentro…mi camisa, mi pantaloneta, mi media, mi zapato!” fue el caos total y yo como la mamá de los pollitos andaba detrás de ellos ayudándolos a buscar sus ropas y que no se me fueran a perder. Revise a mi niña y vi que el “chicho” era muchísimo mas evidente y grande. Ahora lo único que me faltaba esperar, era a que me llegara la policía a mi casa o una citación. “Me van a regañar y mi mamá me va a pegar, profe…a mi mamá no le gusta que me caiga y siempre me lo dice…que no me caiga” me aterre al oír las quejas de la niña “pero nena, ¿como tu mamá te va a pegar por que te caíste?” “es que acaso ella no sabe que tu eres una niña y que las niñas se caen…eso es normal, ¡es un accidente!” le decía yo.

Ahí fue donde me asuste mas…no solo por lo que me podía pasar, sino por que recordé que al parecer la madre de la niña era bastante estricta y varias veces he recibido quejas por parte de la pequeña por que la mamá le iba a castigar por que se ensució el uniforme, se le perdió el lápiz, una crayola y hasta por que se cae y se lastima. La niña llora mucho en estos casos y a mi me pone los nervios de punta como en el caso de ahora por ejemplo. Pero lo que mas me ha puesto a pensar es que al parecer, los padres han incrementado los castigos y maltratos a sus niños por simplezas y cosas normales en el comportamiento de un niño, como por ejemplo por que se ensució (…pero si estaba lloviendo) por que se le rompieron los zapatos (…de viejos) o se le perdió un lápiz (…pero estamos hablando de niños pequeños y de la escuela) ya que no solo ella me cuenta entre lagrimas esta clase de situaciones que se presentan con sus padres.

Es cierto, los padres me han manifestado continuamente sus gastos en 2, 3 o hasta 5 lápices en una semana pero ¿que pueden esperar? Les digo yo… “estamos en la escuela y ellos no trabajan solos, están rodeados de niños por todos lados, eso es normal…”, pero que los castiguen o los reprendan por eso, si me parece que se sale de contexto.

Aquí vuelvo a poner en juicio la labor del maestro: ¿Dónde queda la enseñanza de los valores desde pequeños? Y después preguntamos ¿! Por que los niños no respetan lo ajeno, a los adultos ni a ellos mismos!? Es por eso que en las clases se debe ser enfático en esa parte, en el respeto por los demás y sus cosas, a cuidar, a respetar a sus compañeritos y a ser niños responsables. Constantemente trabajar cuentos y relatos basados en los valores para contextualizar a los niños y trabajar con ellos en base a una situación significativa es algo bien interesante y una manera divertida, contextualizada y eficaz para trabajar estas situaciones, y no se limitarse a enseñar lo encasillado del currículo planteado por la institución. Es nuestra labor, buscar siempre las estrategias, dinámicas y didácticas que mejor se amolden a nuestras necesidades en el aula.

Definitivamente, esta clase de experiencias, entre otras tantas mas, son las que le ponen ese “picante” a nuestra labor; estas son las anécdotas que nos hacen pensar en lo mucho que vale la pena este trabajo y que si uno no lo amara tanto, no estaría todos los días expuesto a esta clase de “fiascos” risibles.



Les recomiendo, si algún día se quieren reir de lo lindo y con muchas ganas, hagan el ejercicio de sentarse por un rato a recordar; les aseguro que si antes de eso, no le encontraban sentido a nada, después se sentiran los seres humanos mas completos del mundo entero, porque desde nuestra posición y labor tenemos la posibilidad de hacer el cambio.

sábado, 21 de marzo de 2009

¡Nuestro héroe!.. ¿Desfigurado?


Durante mis visitas a los colegios en el desarrollo de mi trabajo como tal, no he podido dejar de “invocar” en mi mente y durante repetidas ocasiones, un libro llamado “Nuestro Héroe Desfigurado”.

Si lo vieran, es solo un librito negro pequeño, que ha simple vista parece insignificante, sin ninguna importancia y sobretodo, parece que no sirviera mas que para mirarlo y dejarlo a un lado en una tienda de libros. Es que es verdad, cuando uno lo ve en una librería, le parece inútil al lado de otros, ya saben, como los Gabriel García Márquez, Fernando Savater, Ágata Christie, Oscar Wilde…entre otros.

Este “insignificante” librito, terminó en mis manos hace ya algunos años atrás gracias a uno de mis maestros, en ese entonces, de la clase de “Sociedad y Educación”, ya que fue una de sus recomendaciones bibliográficas para el curso. Lo que más me llamo la atención, su costo, valor o precio, de tan solo de $ 2.000 (como dicen en los buses). Todavía no puedo creer como un libro de estos, de una prestigiosa editorial y que no es pirata sea tan económico…ojala todos fueran así, mejor dicho, ojala la educación de hoy en día fuera mas accesible.

Pero dejando de lado todo esto, entremos en materia de una vez. Me imagino que alguna curiosidad deben tener acerca de este misterioso libro después de tanto mencionarlo entre otros, en todas partes y a cada rato.

Primero que todo, debo darle el crédito no solo a mi maestro por la recomendación, sino también, siento que debo darle las gracias al escritor por haber escrito esta joya de libro. Un libro en el que menciona paso a paso las vivencias de un pequeño niño de Seúl (Corea), que se ve obligado a abandonar una prestigiosa escuela allá, para terminar sus estudios en una simple escuela provinciana, que no tiene punto de comparación con la anterior, no solo por su arquitectura, sino también por los alumnos y sobretodo los maestros. El escritor, Yi Munyol, es prácticamente desconocido en nuestro medio, pero es uno de los escritores de mayor trascendencia en su natal Corea del Sur. Sus dos grandes obsesiones, la libertad y la tiranía, son sus principales temas recurrentes en sus obras, como esta demostrado en esta en particular.

Gracias a este, volví a sentir lo que se siente estar en medio de la tiranía, el abuso de poder y autoridad, no solo por parte de los maestros que muchas veces son los culpables de la subyugación y sumisión de sus alumnos, sino también de los mismos alumnos contra los mismos compañeros y hasta de los padres, los cuales muchas veces se hacen los de “la vista gorda” y dejan lidiar a sus hijos una penosa y tortuosa batalla, cuando tienen problemas en el colegio, ya sea con un compañero o con uno de sus maestros.

Este libro relata, detalle a detalle las situaciones y momentos de sufrimiento que este niño debe enfrentar en su nueva escuela, soportando la tiranía del “jefe de la clase”, o sea el más grande y fuerte de todos sus compañeros. Pero lo mas triste de todo es que el maestro brinda todo su respaldo y apoyo a este, al jefe, ya que según él con este, la clase es la mejor de todas…tal vez si, superficialmente, claro, pero que hay detrás de toda esa belleza y perfección de clase…abusos, puños, robos, sumisión, subyugación y tiranía.
El pobre pequeño que se encuentra en medio de este mundo de tiranía, decide comenzar una batalla por la justicia y la equidad, para desenmascarar al jefe y sacar a relucir delante de su maestro todas las fechorías de este, buscando obviamente apoyo no solamente de sus compañeros y de su maestro, sino también de sus padres, encontrando nada mas que soledad. Su maestro nunca le creyó, sus compañeros nunca lo apoyaron por miedo a las represalias del jefe y sus padres le dieron la espalda también, supuestamente porque tenía que ser valiente y fuerte.

Al fin, cuando este pequeño, decidió por fin someterse al las reglas del jefe para ser aceptado, a pesar de estar en contra de esta clase de dictadura, cambian al maestro, y es remplazado por uno mas intuitivo y perspicaz quien de inmediato nota que hay algo diferente en esa clase, logrando al final, desencubrir al culpable de todo este caos.

Pero…¿Que es lo que tiene que ver este libro con lo que he visto en los colegios? ¿Qué tiene que ver con la educación actual impartida en las escuelas? pues déjenme decirles que mucho, y ojo, lo he visto bastante, tanto que puedo decir que es como “una enfermedad crónica” entre los estudiantes. Es preocupante. He podido observar durante muchos momentos en las escuelas y en diversas situaciones, la mala forma en que se emplea la fuerza, el carácter o el tamaño. Situaciones donde claramente, se nota de lejos quien es el del poder y quien es el subyugado; es típico, el mas grande con cara de que no estudia sino que va al colegio solo a hacer vida social, parando, empujando al mas inteligente que por encima se le ve también, para quitarle algo (una hoja) que le puede servir para su beneficio estudiantil, pero como no le sirve, simplemente se lo tira en la cara y sigue con lo que estaba haciendo. Cosas como estas y muchas mas…No falta el que por ser el mas alto del grupito, se cree superior y el rey del “parche” teniendo a sus compañeritos de “súbditos” quienes le siguen y le aplauden hasta la situación mas ridícula, pero como es el “jefe”, el mayor, el de mas edad de pronto, o quien sabe, hasta con mas temperamento que los demás, hay que celebrarle, para no ganarse un insulto o un empujón. O sea, que como quien dice, es mejor “estar en la rosca”.

Cuando estudiaba tuve una experiencia similar con unas compañeras repitentes en grado séptimo. Y tal cual como le dije, se veía a kilómetros, quienes mandaban y quienes, con la cabeza abajo, obedecían cuanto ellas ordenaban. Eran mucho más altas que las demás y para juntarse con ellas había que andar como una andrajosa, sin peinarse, la falta muy arriba y arrastrar los mocasines del uniforme. A mi me la “montaron” literalmente colocando un apodo que nunca se me olvidara y hasta canción se inventaron, canción que me acompaño por un largo periodo. Era tan denigrante y tan humillante que me rendimiento académico comenzó a bajar…Todas mis compañeras de clase eran atacadas por las burlonas de la clase. Llegó un momento que me rehusé en volver al colegio. Afortunadamente cuando ya no podía mas, le conté mi situación a mis padres quienes me comprendieron y fueron directamente a ver a mi maestra, la cual tomó cartas en el asunto y corrigió a estas niñas. En este momento agradezco infinitamente lo que hizo mi maestra por nosotras y santo remedio, nunca mas nos volvieron a molestar. Bueno, en ese caso sirvió, pero ¿en los que no sirve de nada porque ni los docentes ni los padres hacen nada o muy poco, que?

No solo esto me toco vivir en mi época de colegiala, al contrario de las acciones buenas que un maestro puede hacer por sus alumnos queridos, tal cual como o mencione anteriormente, también existen los que calificó como “tiranos”. Hasta hace unos años podía decir que en mi vida había conocí solo a una, pero ahora… se multiplico el numero. Y esa una si que marco mi vida, y si supiera el daño tan grande que me hizo…o mejor dicho si los maestros supieran el daño que le pueden llegar a hacer a un alumno, por causa de su abuso de autoridad o de poder, estoy segura no lo harían. Antes de cualquier cosa, los maestros deberían de entender que deben ejercer una labor ética y no destructiva. Es cierto que hay que tomar a veces correctivos, pero ¡cuidado! cuidado con la clase de correctivos que imponen.

A los 7 años de edad, tuve una maestra, que obligo a todas mis compañeras de clase, a que no me hablaran por ningún motivo durante todo el día…Simplemente porque haciendo una actividad en grupo, tuve una diferencia con mis compañeras quienes fueron donde ella a comentarle lo sucedido y además a lanzarme calumnias de cosa que yo ni siquiera había hecho o dicho. Cuando esta comenzó a comentar el problema con la clase, yo simplemente hice como si me estuviera tapando los oídos, porque la verdad no soporte que hablara de mi esa forma, demostré que simplemente no me importaba y ¿que recibí…? lo único que me gané de castigo, dizque por grosera, fue eso, que no me hablaran en todo el día. Ese día todas mis amigas me ignoraron y me rechazaron. Nunca olvidare ese día, fue uno de los días mas oscuros y tristes de toda mi vida infantil, no se alcanzan a imaginar lo que sufrí ese día sin poder jugar, reír o hablar con nadie, hasta hoy que me acuerdo de ese día; es un dolor que instantáneamente aparece. Hoy me pregunto que ya soy mayor ¿como esa señora, fue capaz de hacerle una cosa de esas a una niña de tan solo 7 años, quien no sabia nada de la vida y mucho menos que no sabia defenderse contra un castigo tan cruel como ese? ¿No es esto un abuso? ¿Acaso esa señora, no se aprovecho de las circunstancias?. En cuanto a lo que respecta a la profesora, no puedo decir que recibió su castigo, desafortunadamente, esta estaba haciendo un reemplazo a mi jefe de grupo y yo por miedo a que mis padres me reprocharan mi comportamiento, ya que hasta culpable me llegue a sentir, no les conté nada, sino días después que la profesora ya se había ido y eso, ya que me sacaron la verdad debido a que mi comportamiento había cambiado drásticamente, mantenía muy triste, callada y me había retraído mucho. Obviamente cuando mis padres se enteraron se encolerizaron y fueron al colegio, pero como les conté, la señora ya se había ido… ¿Por qué no hable, cuando tenia que hablar? Por el típico miedo a los “adultos”.

Definitivamente no lo olvidaré, es un dolor que creció conmigo y creo que ni por toda la felicidad que la vida me ha dado hasta hoy, se ira. Es algo que marco mi vida y hoy pido a gritos que esta clase de abusos se eviten en los colegios.

De esto, como anteriormente lo mencioné, hace también alusión el libro y la moraleja es bastante clara “cuando el rió suena, es por que algo lleva” y no siempre tienen que ser piedras. Creo que para un maestro lo principal que debe tener, además de una paciencia infinita y de mucha pedagogía para enseñar, es el poder de el análisis, el poder de escucha y sobretodo tener hacia sus alumnos, mucha confianza. Deben estar dispuestos y prestos cuando ellos los necesiten. Ustedes, nosotros los maestros en general son como unos segundos padres (prestados) en un hogar al que conocemos como escuela. Por favor, nunca les den la espalda por muy graves e incrédulas que resulten las situaciones.

En cuanto a lo que respecta a los estudiantes con delirio de superioridad, como vemos es un problema que a ha trascendido en el tiempo y creo que es muy necesario que los maestros estén un poco mas pendientes; no solo es necesario que estén al día con sus clases, es fundamental también que se involucren mas con los estudiantes, no digo que sean grandes e íntimos amigos, pero si por lo menos que a las horas de recreo estén por ahí, listos a reaccionar contra situaciones injustas como las que he mencionado anteriormente o contra cualquier otra situación. Desafortunadamente, siempre que he presenciado una situación de estas, lo curioso del caso es, nunca he visto a un maestro cerca o pendiente patrullando el recreo, ¿no será por que el tinto esta muy bueno en la sala de profesores?

Hoy en día hemos desfigurado por completo el significado de héroe. Antes el héroe era aquel que hacia valer la justicia para con los demás, lo equitativo y lo democrático, que peleaba por causa justas y a favor de los menos favorecidos, para defender la tiranía y el abuso…Por eso, por tener esa valentía de enfrentar las mas difíciles circunstancias y situaciones, llevaba el titulo de héroe. No como hoy en día que héroe es sinónimo de abuso y de poder mal empleado.

Fundamental maestros, debemos dar el ejemplo a los estudiantes o sea que debemos comenzar por cambiar ciertas actitudes. Recuerden que ser maestros significa “enseñar” y que mas que con el ejemplo de nosotros y de todos en general. Considero que tenemos mucho mas trabajo del que creemos. ¿Qué hacemos desde nuestra posición para evitar esta clase de situaciones?


viernes, 20 de marzo de 2009

Los cuentos infantiles


Se, que cualquier persona ajena a este gremio (que por cierto, es bien fregado) o incluso perteneciente a el, se cuestionara el por qué del nombre de mi Blog y el por qué de la analogía que presento entre los cuentos infantiles (bien sea con finales tristes o felices) y la educación. Precisamente por esa razón es que en este espacio deseo poco a poco, contarles acerca de aquello que significa la labor que se llama Educar desde mis experiencias y perspectivas. Desde mi trabajo, aprendí que no hay cosa, artefacto, juguete, objeto o como lo quieran denominar que un cuento infantil; para mi representan el medio de expresión mas tangible de lo que significa ser niño y todo lo que se afronta durante esta etapa ya bien sea en la escuela, con los maestros o con la familia. Son la herramienta más eficaz para enseñarnos no solo a soñar o imaginar, sino a enfrentar lo que se siente ser un niño otra vez.

Mi experiencia es más bien corta, pero a su vez muy enriquecida con cualquier cantidad y clases de situaciones muy lindas y satisfactorias, así como aquellas otras no tan hermosas, con las cuales un maestro se encuentra en aquel contexto denominado "Escuela", "Colegio", "Institución Educativa", etc.

Al comenzar mi Licenciatura en Educación Básica, yo era una de las que pensaba fielmente que la labor de la enseñanza, además de noble era la mas feliz por estar el maestro rodeado todo el tiempo de esas personitas maravillosas e ingenuas llamadas "niñ@s"...que la educación era un cuento de final feliz, donde los niñ@s iban a un sitio llamado Escuela a aprender cosas, algunas divertidas otras no, cosas útiles e inútiles y además a jugar y gritar sin descanso. En ese momento no pensaba en los cuentos aquellos de finales tristes, para mi solo existían en mi mente los cuentos de hadas (si, ya sé a lo mejor muchos de los que están leyendo esto, estarán diciendo: "jaja, mucha ilusa, mucha...) pero sí, pague como quién dice por ahí la "primiparada" y poco a poco comencé a conocer más de este nuevo mundo y obviamente trabajando con niños y en la labor que desempeño no solo como docente sino como asesora pedagógica, pues mi conocimiento literario, sobretodo en la literatura infantil se comenzó a ampliar cada vez mas y mas permitiéndome conocer, aquellos textos infantiles con aquellos finales inesperados de los cuales uno nunca se imagina que va a encontrar. Por lo general, siempre que mencionamos la palabra cuento infantil, recordamos a Caperucita, Los tres cerditos, Blancanieves, etc. donde por lo particular tienen su final feliz, pero nunca se nos viene a la mente que exista o pueda existir un cuento con un final un poco mas variado, inesperado y fuera del común; se supone que si es para niños debe ser bonito, entretenido, alegre y con situaciones bonitas y fantasiosas… lo curioso es que “toda regla tiene su excepción”. Los cuentos mas allá de contarnos una narración cualquiera que sea, posee no solo para los niños sino también para los adultos, grandes enseñanzas y moralejas, que no son tan fáciles de ver a simple vista, pero que apasionándose por ellos y divirtiéndose con ellos, desde la portada hasta la contraportada, nos muestran las diversas caras de la moneda y se asemejan muchísimo a la realidad en la que viven los niños. Un cuento es el mismo mundo de los niños pero disfrazado con personajes y situaciones fantásticas, que les permite a ellos comprender de manera más exacta el funcionamiento del mundo que los rodea y les posibilita identificarse con ellos… ¡los niños le devuelven la voz al cuento!

Por eso ahora lo afirmo, la educación es como los cuentos infantiles... a veces feliz, muy bonita, otras veces triste, lamentable, irónica. Pero no se preocupen, mas adelante les contare más acerca de esto y obviamente si necesitan una recomendación en especial sobre literatura infantil, con mucho gusto

Ojalá mis experiencias logren despertar en ustedes, compañeros, docentes, amigos, padres, etc. el verdadero sentido de enseñar pero sobretodo ¡EL VALOR TAN INMENSO QUE TIENEN LOS NIÑ@S Y QUE TODOS, TODOS, INDIFERENTEMENTE DE QUIENES SEAMOS Y EN LO QUE NOS DESEMPEÑEMOS, LO OLVIDAMOS EN TODO MOMENTO, EN CUALQUIER ESPACIO, EN CUALQUIER LUGAR Y CONTEXTO!