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Cali, Valle del Cauca, Colombia
Estudiante de 8o semestre de Lic. en Eduación básica con énfasis en Ciencias Sociales, Fundación Universitaria Católica Lumen Gentim. Asesora pedagógica del Programa Aprendizajes Básicos, Cali. Herramientas & Gestión (Bogotá). 25 años.

sábado, 21 de marzo de 2009

¡Nuestro héroe!.. ¿Desfigurado?


Durante mis visitas a los colegios en el desarrollo de mi trabajo como tal, no he podido dejar de “invocar” en mi mente y durante repetidas ocasiones, un libro llamado “Nuestro Héroe Desfigurado”.

Si lo vieran, es solo un librito negro pequeño, que ha simple vista parece insignificante, sin ninguna importancia y sobretodo, parece que no sirviera mas que para mirarlo y dejarlo a un lado en una tienda de libros. Es que es verdad, cuando uno lo ve en una librería, le parece inútil al lado de otros, ya saben, como los Gabriel García Márquez, Fernando Savater, Ágata Christie, Oscar Wilde…entre otros.

Este “insignificante” librito, terminó en mis manos hace ya algunos años atrás gracias a uno de mis maestros, en ese entonces, de la clase de “Sociedad y Educación”, ya que fue una de sus recomendaciones bibliográficas para el curso. Lo que más me llamo la atención, su costo, valor o precio, de tan solo de $ 2.000 (como dicen en los buses). Todavía no puedo creer como un libro de estos, de una prestigiosa editorial y que no es pirata sea tan económico…ojala todos fueran así, mejor dicho, ojala la educación de hoy en día fuera mas accesible.

Pero dejando de lado todo esto, entremos en materia de una vez. Me imagino que alguna curiosidad deben tener acerca de este misterioso libro después de tanto mencionarlo entre otros, en todas partes y a cada rato.

Primero que todo, debo darle el crédito no solo a mi maestro por la recomendación, sino también, siento que debo darle las gracias al escritor por haber escrito esta joya de libro. Un libro en el que menciona paso a paso las vivencias de un pequeño niño de Seúl (Corea), que se ve obligado a abandonar una prestigiosa escuela allá, para terminar sus estudios en una simple escuela provinciana, que no tiene punto de comparación con la anterior, no solo por su arquitectura, sino también por los alumnos y sobretodo los maestros. El escritor, Yi Munyol, es prácticamente desconocido en nuestro medio, pero es uno de los escritores de mayor trascendencia en su natal Corea del Sur. Sus dos grandes obsesiones, la libertad y la tiranía, son sus principales temas recurrentes en sus obras, como esta demostrado en esta en particular.

Gracias a este, volví a sentir lo que se siente estar en medio de la tiranía, el abuso de poder y autoridad, no solo por parte de los maestros que muchas veces son los culpables de la subyugación y sumisión de sus alumnos, sino también de los mismos alumnos contra los mismos compañeros y hasta de los padres, los cuales muchas veces se hacen los de “la vista gorda” y dejan lidiar a sus hijos una penosa y tortuosa batalla, cuando tienen problemas en el colegio, ya sea con un compañero o con uno de sus maestros.

Este libro relata, detalle a detalle las situaciones y momentos de sufrimiento que este niño debe enfrentar en su nueva escuela, soportando la tiranía del “jefe de la clase”, o sea el más grande y fuerte de todos sus compañeros. Pero lo mas triste de todo es que el maestro brinda todo su respaldo y apoyo a este, al jefe, ya que según él con este, la clase es la mejor de todas…tal vez si, superficialmente, claro, pero que hay detrás de toda esa belleza y perfección de clase…abusos, puños, robos, sumisión, subyugación y tiranía.
El pobre pequeño que se encuentra en medio de este mundo de tiranía, decide comenzar una batalla por la justicia y la equidad, para desenmascarar al jefe y sacar a relucir delante de su maestro todas las fechorías de este, buscando obviamente apoyo no solamente de sus compañeros y de su maestro, sino también de sus padres, encontrando nada mas que soledad. Su maestro nunca le creyó, sus compañeros nunca lo apoyaron por miedo a las represalias del jefe y sus padres le dieron la espalda también, supuestamente porque tenía que ser valiente y fuerte.

Al fin, cuando este pequeño, decidió por fin someterse al las reglas del jefe para ser aceptado, a pesar de estar en contra de esta clase de dictadura, cambian al maestro, y es remplazado por uno mas intuitivo y perspicaz quien de inmediato nota que hay algo diferente en esa clase, logrando al final, desencubrir al culpable de todo este caos.

Pero…¿Que es lo que tiene que ver este libro con lo que he visto en los colegios? ¿Qué tiene que ver con la educación actual impartida en las escuelas? pues déjenme decirles que mucho, y ojo, lo he visto bastante, tanto que puedo decir que es como “una enfermedad crónica” entre los estudiantes. Es preocupante. He podido observar durante muchos momentos en las escuelas y en diversas situaciones, la mala forma en que se emplea la fuerza, el carácter o el tamaño. Situaciones donde claramente, se nota de lejos quien es el del poder y quien es el subyugado; es típico, el mas grande con cara de que no estudia sino que va al colegio solo a hacer vida social, parando, empujando al mas inteligente que por encima se le ve también, para quitarle algo (una hoja) que le puede servir para su beneficio estudiantil, pero como no le sirve, simplemente se lo tira en la cara y sigue con lo que estaba haciendo. Cosas como estas y muchas mas…No falta el que por ser el mas alto del grupito, se cree superior y el rey del “parche” teniendo a sus compañeritos de “súbditos” quienes le siguen y le aplauden hasta la situación mas ridícula, pero como es el “jefe”, el mayor, el de mas edad de pronto, o quien sabe, hasta con mas temperamento que los demás, hay que celebrarle, para no ganarse un insulto o un empujón. O sea, que como quien dice, es mejor “estar en la rosca”.

Cuando estudiaba tuve una experiencia similar con unas compañeras repitentes en grado séptimo. Y tal cual como le dije, se veía a kilómetros, quienes mandaban y quienes, con la cabeza abajo, obedecían cuanto ellas ordenaban. Eran mucho más altas que las demás y para juntarse con ellas había que andar como una andrajosa, sin peinarse, la falta muy arriba y arrastrar los mocasines del uniforme. A mi me la “montaron” literalmente colocando un apodo que nunca se me olvidara y hasta canción se inventaron, canción que me acompaño por un largo periodo. Era tan denigrante y tan humillante que me rendimiento académico comenzó a bajar…Todas mis compañeras de clase eran atacadas por las burlonas de la clase. Llegó un momento que me rehusé en volver al colegio. Afortunadamente cuando ya no podía mas, le conté mi situación a mis padres quienes me comprendieron y fueron directamente a ver a mi maestra, la cual tomó cartas en el asunto y corrigió a estas niñas. En este momento agradezco infinitamente lo que hizo mi maestra por nosotras y santo remedio, nunca mas nos volvieron a molestar. Bueno, en ese caso sirvió, pero ¿en los que no sirve de nada porque ni los docentes ni los padres hacen nada o muy poco, que?

No solo esto me toco vivir en mi época de colegiala, al contrario de las acciones buenas que un maestro puede hacer por sus alumnos queridos, tal cual como o mencione anteriormente, también existen los que calificó como “tiranos”. Hasta hace unos años podía decir que en mi vida había conocí solo a una, pero ahora… se multiplico el numero. Y esa una si que marco mi vida, y si supiera el daño tan grande que me hizo…o mejor dicho si los maestros supieran el daño que le pueden llegar a hacer a un alumno, por causa de su abuso de autoridad o de poder, estoy segura no lo harían. Antes de cualquier cosa, los maestros deberían de entender que deben ejercer una labor ética y no destructiva. Es cierto que hay que tomar a veces correctivos, pero ¡cuidado! cuidado con la clase de correctivos que imponen.

A los 7 años de edad, tuve una maestra, que obligo a todas mis compañeras de clase, a que no me hablaran por ningún motivo durante todo el día…Simplemente porque haciendo una actividad en grupo, tuve una diferencia con mis compañeras quienes fueron donde ella a comentarle lo sucedido y además a lanzarme calumnias de cosa que yo ni siquiera había hecho o dicho. Cuando esta comenzó a comentar el problema con la clase, yo simplemente hice como si me estuviera tapando los oídos, porque la verdad no soporte que hablara de mi esa forma, demostré que simplemente no me importaba y ¿que recibí…? lo único que me gané de castigo, dizque por grosera, fue eso, que no me hablaran en todo el día. Ese día todas mis amigas me ignoraron y me rechazaron. Nunca olvidare ese día, fue uno de los días mas oscuros y tristes de toda mi vida infantil, no se alcanzan a imaginar lo que sufrí ese día sin poder jugar, reír o hablar con nadie, hasta hoy que me acuerdo de ese día; es un dolor que instantáneamente aparece. Hoy me pregunto que ya soy mayor ¿como esa señora, fue capaz de hacerle una cosa de esas a una niña de tan solo 7 años, quien no sabia nada de la vida y mucho menos que no sabia defenderse contra un castigo tan cruel como ese? ¿No es esto un abuso? ¿Acaso esa señora, no se aprovecho de las circunstancias?. En cuanto a lo que respecta a la profesora, no puedo decir que recibió su castigo, desafortunadamente, esta estaba haciendo un reemplazo a mi jefe de grupo y yo por miedo a que mis padres me reprocharan mi comportamiento, ya que hasta culpable me llegue a sentir, no les conté nada, sino días después que la profesora ya se había ido y eso, ya que me sacaron la verdad debido a que mi comportamiento había cambiado drásticamente, mantenía muy triste, callada y me había retraído mucho. Obviamente cuando mis padres se enteraron se encolerizaron y fueron al colegio, pero como les conté, la señora ya se había ido… ¿Por qué no hable, cuando tenia que hablar? Por el típico miedo a los “adultos”.

Definitivamente no lo olvidaré, es un dolor que creció conmigo y creo que ni por toda la felicidad que la vida me ha dado hasta hoy, se ira. Es algo que marco mi vida y hoy pido a gritos que esta clase de abusos se eviten en los colegios.

De esto, como anteriormente lo mencioné, hace también alusión el libro y la moraleja es bastante clara “cuando el rió suena, es por que algo lleva” y no siempre tienen que ser piedras. Creo que para un maestro lo principal que debe tener, además de una paciencia infinita y de mucha pedagogía para enseñar, es el poder de el análisis, el poder de escucha y sobretodo tener hacia sus alumnos, mucha confianza. Deben estar dispuestos y prestos cuando ellos los necesiten. Ustedes, nosotros los maestros en general son como unos segundos padres (prestados) en un hogar al que conocemos como escuela. Por favor, nunca les den la espalda por muy graves e incrédulas que resulten las situaciones.

En cuanto a lo que respecta a los estudiantes con delirio de superioridad, como vemos es un problema que a ha trascendido en el tiempo y creo que es muy necesario que los maestros estén un poco mas pendientes; no solo es necesario que estén al día con sus clases, es fundamental también que se involucren mas con los estudiantes, no digo que sean grandes e íntimos amigos, pero si por lo menos que a las horas de recreo estén por ahí, listos a reaccionar contra situaciones injustas como las que he mencionado anteriormente o contra cualquier otra situación. Desafortunadamente, siempre que he presenciado una situación de estas, lo curioso del caso es, nunca he visto a un maestro cerca o pendiente patrullando el recreo, ¿no será por que el tinto esta muy bueno en la sala de profesores?

Hoy en día hemos desfigurado por completo el significado de héroe. Antes el héroe era aquel que hacia valer la justicia para con los demás, lo equitativo y lo democrático, que peleaba por causa justas y a favor de los menos favorecidos, para defender la tiranía y el abuso…Por eso, por tener esa valentía de enfrentar las mas difíciles circunstancias y situaciones, llevaba el titulo de héroe. No como hoy en día que héroe es sinónimo de abuso y de poder mal empleado.

Fundamental maestros, debemos dar el ejemplo a los estudiantes o sea que debemos comenzar por cambiar ciertas actitudes. Recuerden que ser maestros significa “enseñar” y que mas que con el ejemplo de nosotros y de todos en general. Considero que tenemos mucho mas trabajo del que creemos. ¿Qué hacemos desde nuestra posición para evitar esta clase de situaciones?


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